EL
SÍNDROME DE LA ADOLESCENCIA NORMAL
Capítulo
2
Normalidad y patología en la
adolescencia
En
la adolescencia se puede observar la importancia de factores socioculturales,
lo mismo para cualquier etapa de la vida, pero debemos considerar a la
adolescencia como un fenómeno específico dentro de toda la historia del
desarrollo del ser humano, sin duda alguna la sociedad influye de manera relevante
en las manifestaciones de la adolescencia.
Muchos
de los adolescentes que son tratados en consultas psicoanalistas, son llevados
por conductas anormales para su medio social, pero que en realidad solo son
conductas distorsionadas que ocurren en evolución normal. Pues la adolescencia
es solo una etapa de transición entre la pubertad y el estadio adulto del
desarrollo; lo cual obliga al adolescente reformularse los conceptos que tiene
acerca de sí mismo y a abandonar su imagen de niño.
El
proceso de duelo que tiene que vivir el adolescente es básico y fundamental,
todo para lograr la estabilización de la personalidad frente a un mundo
cambiante, lo cual provoca que sea difícil establecer los parámetros y concepto
de normalidad en la conducta.
La
constante actitud de rebeldía externa del adolescente es solo el reflejo de la
necesidad de independencia y los conflictos con su dependencia infantil que aún
se presentan y que los padres no quieren aceptar; además se presentan ciertos
desequilibrios en decisiones religiosas, cuestiones filosóficas, en conductas
sexuales de modo heterosexual y homosexual.
El síndrome normal de la adolescencia
En
la etapa de la adolescencia existen ciertas características que son:
- búsqueda de sí mismo y su identidad
- tendencia grupal
- necesidad de fantasear
- crisis religiosas
- desubicación temporal
- evolución sexual
- separación progresiva de los padres
- cambios de humor y estados de ánimo
el
logro del autoconcepto es lo que se llama el yo desde un punto de vista
psicológico no psicoanalítico señalando que este concepto se va cambiando e
integrando con las concepciones que tienen acerca de él muchas personas, grupos
e instituciones, las cuales asimila y adopta como suyas. Todo esto puede llevar
al adolescente a adoptar distintas identidades:
La
identidad transitoria; son las adoptadas durante un cierto periodo.
La
identidad ocasional; son las que se dan frente a situaciones nuevas.
La
identidad circunstancial; son las que conducen a identificaciones parciales
transitorias y que suelen confundir a los adultos por los cambios repentinos de
conducta.
Este
tipo de identidades son adoptadas sucesiva o simultáneamente por los
adolescentes, según las circunstancias.
La tendencia grupal
En
un grupo el adolescente encuentra un reforzamiento necesario para sus aspectos
cambiantes que se producen en esta etapa de la vida, el fenómeno grupal
adquiere una importancia trascendental ya que transfiere al grupo la
dependencia que antes tenía con su familia, este fenómeno facilita la conducta
psicopática normal en el adolescente.
Necesidad de intelectualizar y fantasear
Esta
necesidad es renunciar al cuerpo, al rol y a los padres de la infancia, así
como la sexualidad infantil. Esto obliga al adolescente a recurrir al
pensamiento para compensar las pérdidas que ocurren dentro de sí mismo y que no
puede evitar.
Las crisis religiosas
El
adolescente puede manifestarse ateo o muy creyente de una religión específica,
la figura de la divinidad de cualquier tipo de religión puede presentar una
salida mágica a sus cambios que aún no comprende.
La desubicación temporal
El
adolescente vive con cierta desubicación temporal y convierte el presente con
el intento de manejarlo, el tiempo vivencial y el conceptual pueden
corresponder al tiempo rítmico y al tiempo cronológico.
La evolución sexual desde el
autoerotismo hasta la heterosexualidad
Este
periodo se describe desde el inicio de la masturbación la cual se presenta en
distintos periodos de la vida antes de llegar a la adultez y que siempre se
mantiene como una actividad que se niega y el comienzo de las relaciones
sexuales, esto ocurre en la adolescencia tardía pero que es un fenómeno más frecuentemente
aceptado en el mundo de los adultos de casi cualquier sociedad.
Actitud social reivindicatoria
No
todo el proceso de la adolescencia depende del adolescente mismo, sino que la
primera expresión de sociedad y familia influye y determina en gran parte la
conducta de los adolescentes, ya que la sociedad misma es la que crea
estereotipos con los que define y caracteriza al adolescente para aislarlo del
mundo adulto. Los llamados ritos de iniciación son diversos, pero
fundamentalmente tienen la misma base: la rivalidad de los padres al aceptar la
adultez de su hijo.
Las
actitudes reivindicatorias y de reforma social pueden ser la cristalización en
la acción de lo que ha ocurrido en su pensamiento.
Contradicciones sucesivas en todas las
manifestaciones de la conducta
El
adolescente no puede mantener una línea de conducta rígida y permanente, es una
personalidad permeable y en constante cambio.
Separación progresiva de los padres
Muchas
veces los padres niegan el crecimiento de sus hijos y realizan actividades
persecutorias, por lo que los adolescentes tratan de independizarse por
completo de sus padres.
Constantes fluctuaciones del humor y del
estado de ánimo
Los
cambios de humor son típicos de la adolescencia y es preciso entenderlos esto
es ocasionado por la etapa de cambio y de duelo que vive el adolescente con su
personalidad y su cuerpo mismo.
Excelente informe
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